Consumo simultáneo de antidepresivos y alcohol

Consumo simultáneo de antidepresivos y alcohol: un consumo potencialmente mortal


Agotamiento, depresión y ansiedad: los trastornos afectivos afectarán a uno de cada cinco de nosotros al
menos una vez en la vida. Las dificultades financieras, nuestra carrera profesional, los problemas
familiares, la búsqueda de nuestra identidad y del sentido de las cosas, y todo ello en el contexto de una
pandemia, hacen que sea más fácil que surja un problema de salud mental. Se manifiesta en síntomas
como alteraciones del sueño, agotamiento, agitación, falta de motivación e incluso pensamientos
suicidas. Estos síntomas a menudo dan lugar al consumo de alcohol, aunque esto en sí mismo puede ser
un desencadenante de la depresión.

El papel de los antidepresivos


Los antidepresivos se prescriben para controlar la causa de los síntomas relacionados con la enfermedad
mental, como corregir el desequilibrio del metabolismo de los neurotransmisores que se observa en la
depresión, restableciendo así la transmisión de señales entre los nervios individuales. Sin embargo,
también pueden presentar considerables efectos secundarios.
Los antidepresivos pueden suponer un riesgo considerable cuando se combinan con alcohol, debido a su
imprevisibilidad. El etanol puede tener una influencia extrema en los efectos de la medicación, y puede
disminuir o incrementar los impactos de los antidepresivos. Por otro lado, los antidepresivos retrasan la
descomposición del alcohol en el cuerpo. Se pueden presentar diferentes situaciones en función de la
cantidad de alcohol consumido, así como del tipo de antidepresivos que se estén tomando.
El consumo simultáneo de alcohol y antidepresivos puede tener los siguientes efectos:


1. Puede empeorar las condiciones


Los efectos eufóricos del alcohol no duran mucho tiempo. Las personas generalmente se sienten mal
cuando vuelven a estar sobrios, lo que solo empeora su depresión. Los antidepresivos como los
inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se dirigen en particular al metabolismo de la
serotonina. El mensajero, conocido coloquialmente como la "hormona de la felicidad", lleva información
a través del sistema nervioso y puede influir en nuestras emociones. El alcohol también puede tener un
impacto en la liberación de esta hormona. Aunque algunos ISRS como el Escitalopram y la Sertralina
interactúan con el alcohol en menor medida, otros como la Paroxetina y el Citalopram pueden amplificar
sus efectos. Incluso pequeñas cantidades pueden provocar una grave resaca y náuseas, lo que a su vez intensifica
los problemas psicológicos.


2. Trastornos del sueño


El alcohol influye negativamente en la calidad del sueño nocturno, lo que no solo afecta a la salud
general a corto plazo, sino que también puede tener consecuencias duraderas y aumentar las tendencias
depresivas. Al mismo tiempo, contrarresta los antidepresivos mientras tratan de hacer frente a las
alteraciones del sueño.


3. Intensifica los efectos de los antidepresivos


El consumo de antidepresivos ya tiene una serie de efectos secundarios como náuseas, inquietud,
ansiedad, sedación, deterioro de la cognición o somnolencia extrema. En combinación con el alcohol, la
incidencia de estos efectos secundarios aumenta y a menudo se manifiestan de forma más aguda.


4. Peligroso aumento de la presión sanguínea


Una cierta gama de antidepresivos conocidos como inhibidores de la monoamino oxidasa (IMAO)
pueden causar un peligroso aumento de la presión arterial cuando se consumen junto con el alcohol.
Los antidepresivos más antiguos, que contienen sustancias activas como la moclobemida y la
tranilcipromina, solo se prescriben para casos de depresión grave. Pueden causar problemas en la
circulación así como arritmia cardíaca.


5. Alteración del juicio y habilidades motoras debilitadas


El consumo simultáneo de alcohol y antidepresivos tiene un efecto extremadamente negativo en las
habilidades motoras, la coordinación y los tiempos de reacción. Incluso las actividades cotidianas que
requieren atención y concentración pueden llegar a ser increíblemente difíciles. Como los nuevos
antidepresivos en particular magnifican los efectos del alcohol, pueden llevar rápida e inesperadamente
a la desorientación.


Reconocer el consumo simultáneo rápidamente


El consumo mixto de alcohol y antidepresivos es como caminar por una cuerda floja. No solo puede
tener efectos físicos alarmantes, sino que también puede llevar el sufrimiento psicológico a nuevos
niveles peligrosos. Si sospecha y desea ayudar a alguien que puede estar afectado, podemos
recomendarle un test rápido de orina, un dispositivo de test de alcohol o incluso un análisis de cabello.
Dependiendo de la situación, puede hacer un test de alcoholemia actual o de consumo a largo plazo. De
esta manera se puede identificar rápidamente el consumo de alcohol e iniciar la terapia.

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